Cada vez más nos encontramos con juegos desarrollados en HTML5. ¿Cuál es la razón detrás de la creciente popularidad de esa tecnología?
La respuesta a esta pregunta debe ir precedida por una breve explicación: HTML5 no es un lenguaje de programación (a pesar de la frase común "aplicaciones HTML5", los juegos están programados en lenguaje JavaScript), pero ofrece APIs para nuevas soluciones, como Canvas, WebGL o WebAudio, que son las que intervienen en la creación del juego y permite ejecutarlo en el navegador.
La base del juego es Canvas, sobre la que, en términos coloquiales, dibujamos: este elemento en particular hace posible la programación de la visualización de gráficos. Además, gracias a WebGL, Canvas permite dibujar gráficos que son acelerados por hardware por GPU. Además, WebGL que se basa en OpenGL ES 2.0 proporciona una interfaz gráfica bidimensional y tridimensional. Gracias a todas esas posibilidades, los juegos HTML5 pueden ser muy eficientes, jugables y, al mismo tiempo, realmente impresionantes.
Los lectores perspicaces notarán con razón que ... Flash ofrece posibilidades similares. En ese caso, ¿por qué considerar usar HTML5 para la creación de juegos? La yuxtaposición de los pros y los contras de ambas tecnologías que se presentan a continuación ayudará a responder esa pregunta.
Actualmente se están creando muchos marcos y motores diseñados para desarrollar juegos estrictamente en HTML5 / JavaScript o herramientas dedicadas para exportar juegos a HTML5. Algunos de los más populares son:
El juego HTML5 se puede jugar no solo en PC, Mac y dispositivos basados en Android o iOS, sino también en Firefox OS, Tizen y todos los demás que son compatibles con el estándar HTML5 y como puedes imaginar, esto aumenta significativamente el número de clientes potenciales.
Cada vez más juegos HTML5 aparecen en el mercado y sus autores intentan optimizarlos para tantos dispositivos y plataformas como sea posible.
Técnico en Sistemas Microinformáticos y Redes, programador senior y experto en marketing en Overant. De pequeño se cayó en la marmita de Panoramix y desde entonces no ha dejado de posicionar todo lo que programa. Denota gran claridad mental. Le gusta el limón (mucho).
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